31/8/07

¡¡Hace calor!!

Será psicológico (aquí usan los grados fahrenheit y nunca bajan de 90º), pero hace mucho calor. Y humedad. El peor clima para pasarte tres días vagando con las maletas a cuestas por las calles de una ciudad desconocida a la busca y captura de una habitación.

A un poli bueno le debí dar pena (era la tercera vez en dos días que me veía arrastrándome por la misma zona) y se ofreció a ayudarme en lo que fuera. "Whatever yo need", se me ofreció. Seguro que no quería un homeless más en su área. "I need a room", contesté. "Have you got money?", me preguntó (típico yankee, siempre pensando en la pasta). Aquí admito que dudé. "¿Y si no es tan bueno como parece y me la quita?", me dije. Muchas pelis. "I hope I have enough", le dije sonriendo. Y el tío va y se carcajea en mi cara. Un negro de dos metros, gordo como un tocino, con pistola, esposas y muchos galones, riéndose a carcajadas. Acojona.

Como la cosa iba de buen rollito, y yo siempre pienso en mi blog y en mis queridos lectores, le dije que si me podía tomar una foto con él. Se puso serio de golpe. Y yo nervioso. Porque serio acojonaba aún más que carcajeándose. Intenté explicarle que tenía un blog y que quería contar la anécdota a mis amiguetes. Pero con los nervios, cansado y mi inglés macarrónico, todo iba a peor. Incluso pensé en huir. Sudaba. Me vi tumbado en la acera, agonizante, con una bala clavada en cualquier parte.

Y va el cabrón y se carcajea otra vez. Le vi hasta los empastes. Yo ya no sabía si reir, llorar o quitarle la pistola y pegarle un tiro. Me dijo que no ("that's against rules"), pero se ofreció a llevarme una maleta hasta la esquina. Pensé en invitarle a un café. "Más guapo te estás calladito", me dije. Se llama George y su padre vino a Philadelphia desde Jamaica. Debía tener unos 40 años y tiene dos niñas.

Bueno, pues esto es lo más divertido que me pasó en mis tres primeros días en Philadelphia. Por esto no os he escrito antes. No os voy a contar lo aburrido y desesperante que fue vagar por todas partes. Primero me arrepentí de no haber cogido una habitación en el International House. Luego, de haber venido a Philadelphia. Al final, lo juro, hasta de haber nacido.

Pero ya está. Ha pasado. Ya tengo habitación. La pena es que llevo dos días grabando vídeos con mi cámara digital para enseñaros mi barrio, mi calle, mi casa, mi habitación... y no servirá de nada. Pardillo en estas cosas, no sabía que luego tardas horas en poderlos colgar. Y supongo que vosotros en verlos. Así que no más vídeos, sólo el primero para que veais que no os miento y que sigo vivo (es bastante malo, por otra parte, y no se oye bien; cuando señalo a la izquierda quiero decir que allí está mi barrio y cuando muevo el brazo, que allí está mi casa). Mañana os hago un pequeño reportaje fotográfico.

Sed buenos, trabajad y cuidaros.

http://www.youtube.com/v/wAzNDY1wrfE