17/9/07

Baltimore y la amish


















Raining in Baltimore (Cownting Crows)

This circus is falling down on its knees
The big top is crumbling down
It's raining in Baltimore fifty miles east
Where you should be, no one's around

I need a phone call
I need a raincoat
I need a big love
I need a phone call

These train conversations are passing me by

And I don't have nothing to say
You get what you pay for
But I just had no intention of living this way

I need a phone call

I need a plane ride
I need a sunburn
I need a raincoat

And I get no answers

And I don't get no change
It's raining in Baltimore, baby
But everything else is the same

There's things I remember and things I forget

I miss you I guess that I should
Three thousand five hundred miles away
But what would you change if you could?

I need a phone call Maybe I should buy a new car

I can always hear a freight train If I listen real hard
And I wish it was a small world
Because I'm lonely for the big towns

I'd like to hear a little guitar

I think it's time to put the top down
I need a phone call
I need a raincoat


La canción de Cownting Crows es triste, pero mola mucho. Baltimore también es muy triste, pero no mola nada. Y ojalá hubiera llovido, porque me habría quedado en casa.

¡¡Hola!!! Ayer hice mi primera excursión fuera de Philadelphia. La organizó la uni y será la última con ellos. Ochenta coreanos y yo. Parecíamos una invasión y yo la mascota.

Así que me fui por mi cuenta. Baltimore es uno de los puertos históricos de este país. Por él salieron muchas de las mercancías que enriquecieron a Estados Unidos (tabaco, algodón...) y entraron decenas de miles de esclavos que lo enriquecieron aún más.

Hoy (la foto) es una especie de parque temático al aire libre, con todas las franquicias (tapas incluidas) que os podáis imaginar. El centro consiste en calles y calles vacías (era domingo), sin sol por los rascacielos y montones de gente sola en las esquinas sin hacer nada. No me gustan las calles con gente ociosa que te mira cuando paseas. Casi prefiero que haya putas y yonquis, que sabes a lo que están.

Me metí en un acuario gigantesco lleno de tiburones, delfines y peces de colores. Valía la pena, aunque te entretienes más mirando las caras de los niños. Al final, el bicho que más me enterneció fue el de la foto.




















El pobre no sé que pintaba en el acuario, porque es un lagarto del desierto de Australia. Nos hicimos compañía. Era como yo pero con escamas, él rodeado de peces y agua y yo de coreanos.

Bueno, pero la noticia de la semana es que ¡¡¡al fin he visto a mi primera amish!!! Fui a comprar al mercado el viernes y allí estaba, vendiendo los productos de la granja familiar.






















































No es que esté negativo (me encantó el mercado y todo lo que venden los amish, que son rollo agricultura ecológica pero del siglo XVII), pero me quedé un poco chafado. Tantos meses fantaseando con las amish, con casarme con una, quedarme a vivir en su granja, trabajar la tierra con mis manos y todo eso, y resulta que son lo más triste que he visto. Allí, con sus vestiditos, hablando alemán antiguo (suena casi peor que el de ahora), pelando mazorcas y vendiendo pepinos... No sé, no me convencieron. Las tengo que ir a ver en su terreno.

Por lo demás, al final me quedo a vivir con la manada. Yo creo que me han cogido cariño y me veían agobiado por el ratón, así que ahora lo cuidan todo un poquito (sólo un poquito) más. Me daba pereza irme tan lejos ahora que ya me he hecho a ir andando a todas partes. Y cuando les coges el truco, son muy majos.

Es que también me he encariñado con el gato. El tío come como un bestia (10 a 12 jeringuillas de leche para gatitos cada cuatro o seis horas) y va ganando peso, pero yo creo que para cazar ratones no sirve. El otro día le compré uno de juguete para que se fuera entrenando. No ha parado de lamerlo desde entonces.





Aquí lo tenéis. Come con tanta ansia que se atraganta y se pone perdido.








PD. Poca coña con el tema tabaco. El otro día vi esto en el metro.