24/9/07

Messi en Nueva York



El de la foto no es Messi, aunque se le parezca por el pelo y porque es un crack. Es mi amigo Marc, de Castell. Podríamos haber llegado a ser familia, pero mi hermano y su hermana al final decidieron que no.

Marc se ha empeñado en vender cava a los americanos. Vender no sé si vende mucho, pero lo que es viajar y vivir, como un Dios.

Gracias a él, he pasado un gran fin de semana. Hacer, hacer, no hicimos nada especial. Comer, pasear, beber... Pero es que después de un mes rodeado de frickys, no os imagináis lo que se disfruta con la GENTE NORMAL.

Unos amigos de Marc nos dieron cobijo en Brooklyn. Gente encantadora. Él se llama Alex, de NY, y es ilustrador. Ella se llama Ana y es medio de Madrid medio de acá. Aquí estamos en el salón de su casa.





El viernes pensábamos salir, pero al final nos quedamos en casita charlando, cenando y mirando un partido de los Yankees de beisbol. Duró seis horas, así que nos dio tiempo de pedir comida mexicana, beber unas cuantas cervezas y, gracias a Álex, entender al fin de qué va esto del beisbol.....





Marc es que no descansa ni un segundo y al final consiguió que catáramos uno de sus cavas (rosado!).





Nos despertamos el sábado y, ¡¡sorpresa!!





Llovía a cantaros, pero nada podía detenernos en nuestro empeño de disfrutar del día. Así que nos subimos al primer convoy que pasó...




... y nos fuimos a zampar un brunch.




Luego paseamos por miles de millones de sitios: Soho, Chinatown, Greenwich Village, puente de Brooklyn....

A las cuatro de la tarde fuimos a un lugar al que deberían ir todos los culés de bien cuando estén por aquí, el Nevada Smith's. Sede de la Peña Barcelonista de Nueva York, es un local donde 'soccer is religion', según su página web. Allí echan todos los partidos de fútbol europeo. Había montones de culés de todo el mundo. Al fin sentí que un coreano puede ser una persona cercana a mí, así que se ganó el salir en el blog a mi lado.





No os perdáis la celebración del segundo gol de Messi.





Tras la gloriosa victoria, más paseo. En una calle del Soho, descubrí el negocio fricky del finde, del año y del siglo: un local con un coche de época y una pantalla dentro. Te sientas y ves una peli, con tus bebidas y eso. Había un tío intentando impresionar a una churri. Un cartel ponía el teléfono al que llamar para resevar y un 'please don't disturb!!' que lo que te daba ganas era de empezar a hacer fotos con el flash hasta joderles la peli. Por notas y snobs. ¿Por qué no ponen una cortina? Al final sólo saqué una foto y sin flash, porque me he propuesto no dar pie a nadie para tener el mínimo problema conmigo mientras esté en los USA.





Luego cenamos en un sitio interesante del Soho. Comida casera, pero buena y barata. Yo me zampé una hamburguesa de bisonte. Como la ternera, pero más suave y sabrosa la vez. Nuna he sabido explicar bien los sabores.

Y luego, otro gran hallazgo, el Beauty Bar.




Una cosa nada fashion, muy normalita, pero superanimada y divertida. Lo dimos todo.










Al final, Marc y yo estábamos tan contentos que decidimos mostrar nuestras amígdalas al respetable.




También hicimos amiguitos, entre ellos el primer grupo de gente de Kentucky que conozco en mi vida. Estuvimos un buen rato hablando. El misterio es de qué.




Al día siguiente, estos se fueron a ver otro partido de beisbol. Yo me di más paseos por Manhattan, pero estaba bastante cansado. Así que me compré el periódico y me zampé otro brunch. Mola el New Yok Times de los domingos. Vale 4 dólares, pero a mi ritmo, tienes material para leer hasta navidades.





Volví pronto a Philadelphia. Tenía el puto homework por hacer y quería empezar a empaquetar cosas. Monda me pasa a buscar en un par de horas. Ya volveré a Nueva York para ver Central Park, los museos y todo eso.

Mañana os cuento q tal en mi nueva casita. Sed buenos y trabajad mucho.